Los manifestantes ultraderechistas lograron bloquear los puestos de la Policía Militar de Brasilia y avanzaron por la avenida principal, luego tomaron el Palacio del Parlamento. Otro grupo asaltó el Palacio del Planalto, sede de la Presidencia, ubicado a unos 300 metros del Legislativo. en la zona este de la ciudad.
Parte de la horda llegó procedente del Cuartel General del Ejército, donde fue montado un campamento demandando un golpe de Estado y contra el “fraude” que habría permitido el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva.
Miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro, que promueven un golpe de estado para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, invadieron este domingo el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), en Brasilia. La policía de la capital federal prácticamente no reprimió ni opuso resistencia.
Los manifestantes rompieron vidrios, cámaras de seguridad, armarios y despachos en el Planalto y el STF. Llegaron en caravanas de todo el país, mientras Bolsonaro se encuentra en Orlando, Estados Unidos, donde viajó tras abandonar el poder.
Según la Agencia Telam Lula se encontraba en Araraquara, interior de San Pablo, en una visita prevista en agenda desde el viernes para ver zonas de desastre causados por las lluvias. Desde allí brindó una conferencia de prensa donde manifestó que “este hecho no tiene precedentes en la historia de Brasil”, y anunció la intervención federal del Distrito Federal y la remoción del Secretario de Seguridad.
“Vamos a averiguar quién financió esto, quién pagó los buses y si hubo una omisión del Gobierno del Distrito Federal, también será sancionado”, dijo Lula y agregó: “es necesario que estas personas sean castigadas de manera ejemplar para que nunca más ocurra algo como lo que sucedió hoy en Brasilia”.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que los “vándalos fascistas” que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y la Presidencia serán “encontrados” y “castigados”.
Entretanto el presidente Albertos Fernandez manifestó su solidaridad con el presidente brasileño y afirmó que “estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir Nunca más el regreso de los fantasmas golpistas”, dijo Alberto Fernández.